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Una cosa que pasó durante la final del mundial y pocos se enteraron

Ciao ragazzi,

la final la vivimos en una cervecería irlandesa de Madrid, llena de franceses con los cachetes pintados de azul, blanco y rojo.

Yo tuve tres infartos y dos operaciones: total 2 bypass

Y todo esto antes de llegar a los penales.

Y sin entender mucho de futbol.
(imagina)


Nos hicimos amiguitos de mucha gente: un australiano, una brasileña, varios españoles y dos franceses (uno estaba pintado, la otra no).

Pero hubo un encuentro que fue muy especial.

Estábamos esperando que Messi levantara la copa.

Espera, espera, espera.

Y vemos que hay un chico mirando la pantalla, como hipnotizado, con la bandera argentina sobre las espaldas que espera, espera, espera y llora, llora, llora.

Nos acercamos.

Era argentino, de La Plata, viviendo en Madrid desde 15 años.


Messi se pone el tutú negro y levanta la copa.

El chico saca un agudo con su voz que casi se rompen todas las copas de la cervecería irlandesa llena de franceses con los cachetes pintados (ya bastante distorsionados por las lagrimas de amargura).

Empezamos a hablar, que esto, que lo otro, que increíble, mucha emoción (y yo con 3 bypass, porque después de los penales me pusieron otro).

Tomamos un refresco juntos y todo más que bien.

Entonces nos despedimos.

Nos damos la mano, pero yo tenía algo escondido y se lo suelto en la suya.

Él mira, me mira, mira, me mira, mira de vuelta lo que tiene en la mano y…


se pone a llorar, 
pero más que antes cuando estaba esperando que Messi se pusiera el tutú negro para levantar la copa en la cervecería irlandesa llena de…

Bastante más.

Mucho más.

Es que eran lagrimas del ayer.

Esa que son imigrantes.

Esas que larga el que de veces en cuando mira pá trás y luego se las seca y sigue adelante, pero adelante lejos de su casa.

Pues esas.

“Che… este chocolate Tita y la Copa son los mejores regalos que pudieran hacerme hoy, gracias”.

 

Forza Tutti

PD: A veces uno va pá trás y encuentra cosas. El otro día, quiero decir hace 3 años, en llena pandemia, escribí un libro dividido en tres volúmenes. Para el segundo miré pá atrás (sin lagrimas).


PD2: Se intitula:
“Teatrofonia Vol. 2 – normas, estilos y rupturas”