Ciao ragazzi,
el otro día, más precisamente ayer, entro en una tienda de esas denominadas “el chino”, esas que hay en todo el mundo, por lo menos fuera de China, y pregunto:
– Hola, muy buenas, estoy buscando una de esas velas para cumpl..
– Ayá fondo pasiyo 6
– Sí, sí, pero espera: es una de esas velas que la enciendes y después de unos segundos se abre como una flor con muchas velitas en cada pétalo y empieza a sonar la música “queee los cuuuumplaaas feleeeliiiiz”
– Ah, no, esa no tenemos. Esa horrorosa!
– (…)
¿Esa “horrorosa”?
¿HORROROSA?
Estoy en el templo del horror hecho todo tipo de “cosas” y el chico que me atiende dice que lo que busco, que debe ser una de las 7 cosas de todas las cosas del mundo que no está en esa tienda, es “horrorosa”, y me lo dice mientras suena una música pseudo-occidental con percusiones prefabricada, y una voz femenina que canta en chino imitando a Laura Pausini.
Vaya manera de ganar clientes.
Además no es horrorosa, esa vela.
Solo es barroca.
Es distinto.
¿Sabes lo que pensé cuando salí de ahí?
Que las cosas que uno hace, comparte y vende, hay que cuidarlas y valorarlas.
Pero que no conviene desvalorar aquellas que no hacemos, no compartimos y menos aún vendemos, porque no sabemos en realidad lo que hay detrás de esas “cosas”.
Ese chico,
si hubiera escuchado la entrevista que le hice a Isra Bravo, sobre cómo crear una audiencia, cuidarla y venderle lo que uno hace, seguramente no hubiera dicho “esa horrorosa”.
Escuchando la entrevista hubiera aprendido a dar vuelta a la situación.
Quizás me hubiera mostrado las velas que tenía,
Quizás me hubiera contado una historia, pequeña, pero donde las velas que él vende fueron un éxito total, y me las hubiera mostrado, en fin…
Quizás yo le hubiera preguntado quién era la chica que canta esa canción “horrorosa” que está sonando, con esas percusiones “horrorosas”…
Y tal vez él, (si hubiera escuchado la entrevista que le hice a Isra Bravo), me hubiera dicho que la chica era su hermana tartamuda, supongamos;
Y que las percusiones las tocaba él, que estaba aprendiendo, que sabía que aún no toca bien, pero que solo podía practicar pocos minutos al días porque trabajaba en la tienda 22 horas seguidos…
Entonces yo le hubiera dicho que justo doy clase de percusión…
(jajajajajajajaja)
Yo fuera tu, escucharía la entrevista que le hice a Isra Bravo.
¿Quién es ISRA BRAVO? – AQUÍ
¿Dónde está la entrevista que le hice?
ABAJO
Forza Tutti
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